Si un guitarrista eléctrico quería tocar una acústica en el escenario a mediados de los años 80, había pocas opciones que realmente funcionasen, y ciertamente ninguna de ellas había sido diseñada pensando en él. Tras hablar con guitarristas de directo en todo tipo de conciertos sobre lo que realmente necesitan para tocar en acústico en un escenario, Yamaha decidió fabricar la primera guitarra acústica que pudiese colgarse de un soporte, enchufarse y tocarse a cualquier volumen sin problema ninguno. Y así nació la serie APX, diseñada para satisfacer esas necesidades de sonido tanto de los guitarristas como de las bandas en su conjunto. Se acabaron los acoples, los micros mal posicionados y las temidas pruebas de sonido que no acaban nunca...

Y aunque el diseño de las APX se llevó a cabo pensando en los guitarristas eléctricos, no nos centramos solo en el sonido, sino que todos y cada uno de los elementos fueron optimizados para que su uso resultase muy fácil en directo, desde el cuerpo con cutaway hasta el mástil fino semejante al de una guitarra eléctrica, además de sus acabados elegantes.

En cualquier electroacústica, la pastilla es el corazón del sonido. Las primeras guitarras APX estaban equipadas con pastillas piezo básicas bajo la selleta, y con el tiempo, y a medida que las tecnologías fueron progresando, las APX incorporaron una variedad de sistemas adecuados para diferentes estilos de interpretación y exigencias tímbricas, algunos de los cuales están todavía disponibles hoy en día. La más reciente APX500III aún dispone de una pastilla piezo bajo la selleta, pero las cosas han avanzado desde aquellos primeros modelos, y ahora se trata del transductor Pickup-R patentado por Yamaha, la misma pastilla que llevan las prestigiosas guitarras de la serie A, con un rango dinámico increíble, un tono muy natural, un sistema que evita acoples y un sonido que se asienta perfectamente en la mezcla; en definitiva, todo lo que los guitarristas quieren y necesitan. El legendario previo activo de Yamaha sigue siendo una de las grandes prestaciones de las APX, y como corresponde a cualquier diseño que provenga de la División Audiovisual de Yamaha, la calidad de sonido es la que cabe esperar de la marca número uno del mundo.

Los gustos han cambiado un poco desde 1987, y con los años la serie APX ha continuado adaptándose a las necesidades de los guitarristas. En esencia, las guitarras APX siguen siendo las mismas de siempre, pero si comparamos las actuales con los primeros modelos, encontramos una estética más natural y más basada en la madera, con un cuerpo que es 5 mm más profundo para conseguir mejor respuesta de graves y mayor volumen, y en el interior de la caja, un varetaje ondulado que proporciona un timbre más dinámico y mejor respuesta.